Trasfondos de Aljucer
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lunes, 28 de abril de 2014

La ermita de san Roque de la Torre Poyo

Trasfondo n º 20

Fachada de la ermita de San Roque en la Torre Poyo


Fue en un agradable paseo por la huerta sur de Aljucer en el que visitamos la Torre Poyo y su ermita. Gracias a Antonio Serrano Palazón, pudimos entrar en este templo y disfrutar de sus hechuras. Por tanto, dedicamos este trasfondo a quien tanto tiempo a dedicado a este lugar, a Antonio Serrano Palazón. 

Ricardo disparó esta foto, y unas cuantas más, pero hoy os queremos mostrar la fachada, lo que podéis ver si os acercáis a la Torre Poyo.

La foto, tal y como hace Ricardo, trata de darnos una visión realista de la actualidad del objeto fotografiado. Un edificio que, por fuera, no anuncia qué te vas a encontrar dentro, pero que es interesante detenerse en la fachada un poco más adelante. 

Pero, primeramente, es importante situar la ubicación de la Torre Poyo. Este paraje, está situado en el Camino del Salabosque, camino que une la Carretera del Palmar con La Alberca.

La ermita y el núcleo de casas que la acompañan están a la altura de la acequia de Alguazas, límite entre Aljucer y La Alberca. 

Para que conste, vamos a mostraros una noticia que habla de la situación de Torre Poyo y su relación con la acequia de Alguazas y el Camino del Salabosque. Un asunto sobre un puente sobre la acequia que se demoró durante bastantes años: 

El Diario de Murcia, 26 de agosto de 1883, página 3: 

"El puente sobre la acequia de Alguazas, situado en Torre Poyo, camino de Salabosque, hace mucho tiempo que está destruido, y no pueden pasar carros, tartanas, etc. Este puente da paso todo el partido de la Alberca, y todo el que ignora que el puente está destruido, pierde el camino andado, y tiene que volverse atrás con su carruaje. Llamamos la atención al Sr. Alcalde para que ordene que por quien corresponda se componga este puente de servicio general."

La Torre Poyo se encuentra en Aljucer. A partir de este lugar, en dirección a La Alberca, las casas que están en la acera izquierda pertenecen a La Alberca, mientras que la acera derecha, hasta la A30, forman parte del territorio de Aljucer. 

El origen del topónimo, Torre Poyo, viene dado por los propietarios de la hacienda cuyo núcleo estaba situado en este lugar. La familia que logró organizar dicha hacienda, a partir de diferentes posesiones, fue la familia Poyo.  Al parecer es una familia que llega de la Corona de Aragón a Murcia y que, a mitad del siglo XVI, ya están bien situados en la sociedad murciana. De hecho, uno de los miembros de esta familia es Damián Salucio del Poyo, un notable dramaturgo contemporáneo a Lope de Vega.

Sabemos que en este época esta familia reside en Murcia ya que en la fachada de la ermita encontramos un escudo del siglo XVI que identifica este edificio como propiedad de esta familia.
Al parecer, la ermita estaba anexa a una casa, la casa principal de la hacienda, llamada en la huerta, torre, de los Poyo, tal y como ocurre en otros lugares. Sin ir más lejos, en Los Alburquerques.

La Torre Poyo es un topónimo que ha tenido su recorrido a lo largo del tiempo. De hecho, aunque en un primer momento la posesión pertenecía a los Poyo, luego pasó a otras familias, debido a los enlaces matrimoniales. De hecho, en el siglo XVIII, fue el nombre el Vizcondado previo al otorgamiento del título nobiliario de Marqués de Torre Octavio a Salvador Vinader y Corvari el 21 de diciembre de 1795.

La ermita, hasta, prácticamente, la posguerra estuvo vinculada con sus patronos nobiliarios, aunque, en la actualidad, depende de la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores de Aljucer. 

Los habitantes de la Torre Poyo consideran como patronos del lugar a la Inmaculada Concepción y a San Roque. De hecho, parece ser que los patronos se inclinaban más por dedicar la ermita a a San Roque.

Lo podemos apreciar en una esquela del marido de una señora que pertenecía a la familia Marín - Baldo, familia relacionada con los Marqueses de Torre Octavio: 

La Verdad de Murcia, 14 de diciembre de 1921, página 4: 

"IV ANIVERSARIO DEL SEÑOR  D. FRANCISCO IGLESIAS CASTRO, Coronel de Estado Mayor, 
falleció en Palma de Mallorca, el día 15 de Diciembre de 1917
R. I. P.

Su esposa, doña Antonia Marín-Baldo Burgueros; madre, doña Ana Castro, viuda de Iglesias; hermanos y demás familia, ruegan a sus amigos y personas piadosas encomienden su alma a Dios Nuestro Señor.

Todas las misas que en la iglesia de San Bartolomé de esta ciudad, se celebren cada media hora, mañana 15 desde las siete hasta las doce y las que se digan en el mismo día en la ermita de San Roque de Aljucer, en Palma de Mallorca en la capilla de Palacio y en Madrid en la Capilla del Carmen de la parroquial de San Ildefonso, de once a doce, serán aplicadas por el eterno descanso de su alma.

Murcia, 14 de Diciembre de 1921"




Aún así, estas dos devociones están vinculadas a los franciscanos. Y es que esta ermita fue atendida por estos frailes que, aún hoy, habitan el convento de Santa Catalina del Monte, en el Verdolay, en Santo Ángel.

De hecho, al parecer, en la ermita, antes de la Guerra Civil, había algunas asociaciones relacionadas con los franciscanos. Se trataba de la Orden Tercera franciscana y los Jóvenes Antonianos. 

La influencia de estas devociones era usual en la zona. En la iglesia de Aljucer también existían algunas de estas agrupaciones. 

Como muestra de esta vinculación, os vamos a dejar dos noticias en las que se cita a gente de la Torre Poyo que asiste a fiestas religiosas a Santa Catalina del Monte. 

En primer lugar, en el mes de mayo, se le celebraba una fiesta a la Virgen del Amor hermoso, advocación propulsada por San Francisco. Acuden algunas personas de la Torre Poyo. 


El Tiempo (Edición de la mañana), 26 de mayo de 1917, página 1:

En Sta. Catalina del Monte

El día 27, se celebrará en el convento de PP. Franciscanos de Santa Catalina del Monte, la fiesta que anualmente se dedica a la Virgen del Amor Hermoso.

Por la mañana a las siete, será la misa de comunión de los Hermanos Terciarios y Jóvenes Antonianos.

A las ocho y media, misa cantada, interpretando el coro de señoritas Antonianas la misa de Pío X, predicando el Rvdo. P. Santiago Ponce.

Por la tarde, a las 4, principiará el ejercicio de las flores, predicando el Rvdo. P. Guardián del expresado Convento y cantando bonitas flores el ya citado coro de señoritas Antonianas.

A continuación serán llevadas procesionalmente por Verdolay las imágenes de San Antonio de Padua, N. P. San Francisco y la Virgen del Amor Hermoso asistiendo la Orden Tercera, Juventud Antoniana de Santa Catalina, Hijas de María y Jóvenes Antonianos de Patiño, Alburquerque y Torre Poyo. Amenizará este acto la nueva banda de Patiño.

La  función principal de la mañana será costeada, como todos los años, por la señorita Josefa Gil Casanovas, Camarera de la Virgen del Amor Hermoso."


Años más tarde, en una celebración a San Francisco, en Santa Catalina, en octubre, aparecen citados expresamente asistentes desde Torre Poyo: 

La Verdad de Murcia, 5 de octubre de 1929, página 2: 

"EN HONOR DE SAN FRANCISCO
En Santa Catalina de Monte.

Mañana, domingo, terminarán en la iglesia convento de PP. Franciscanos de Santa Catalina del Monte los cultos que se vienen celebrando en honor del seráfico de Asís ; a las siete y media será la misa de comunión general, siendo celebrante el Padre Visitador de la V. O. T. 

A las nueve y media será la función principal, ocupando la cátedra sagrada el R. P. José María Navarro, Vicario del Convento de la Purísima.

A las tres y media de la tarde la última novena, y a continuación saldrá de dicho templo solemne procesión, asistiendo la banda de música de Guadalupe, que dirige don Alfonso Caravaca.

La Congregación de la Tercera Orden de Torre Poyo y Patiño recorrerá los principales sitios de aquel pintoresco lugar.


Con tal motivo, se inaugura el puente de la Rambla del Verdolay."



Al parecer, en la ermita, también se han mantenido otras devociones que son habituales en esta parte de la huerta. En este caso nos referimos a la devoción a la Virgen de los Dolores. Os queremos mostrar una noticia del periódico que enumera especialmente a esta ermita entre los lugares ne los que se celebran los Dolores de la Virgen María: 


El Diario de Murcia, 26 de marzo de 1893, página 1: 

"...La lluvia mas intensa ha caído durante los últimos días de la novena de Dolores. Será una coincidencia casual, pero es un hecho, que sin superstición ni incredulidad consignamos.

Ello es que mientras en todas las iglesias de Murcia, en la Caridad de Cartagena, en los templos de Lorca, Caravaca, Mula, Cehegin, Moratalla, Cieza y demás pueblos, como asímismo en los de este término municipal y su vega, como la Alberca, Aljezares, Palmar, Raya, Espinardo, Eralta, Monteagudo, Santomera, Puente Tocinos, Beniaján, Alquerías, Corvera, Ñora, Guadalupe, Jabalíes, Esparragal, etc., que tienen párrocos, o tenientes, y aun en las ermitas diseminadas en medio de la huerta, como la de Patiño, Torre-Poyo, Nueva y otras que no recordamosse conmemoraban los Dolores de la Virgen, porque en todas partes, dondequiera hay un ara y un altar, se conmemoran; mientras las noventa mil almas de esta religiosa ciudad se han congregado ante los altares de la Virgen... ha querido Dios que caiga de los cielos el agua que con tan suprema necesidad pedía la amenazada cosecha.

La devoción general y unánime que se siente por la Virgen de los Dolores, es tan espontánea, como son nuestros suspiros y nuestros ayes en las adversidades. A la que tanto sufrió como Madre, no podemos, según nuestra fe, pedirle nada en vano como hijos. ¡Virgen de los Dolores! es la invocación de todo el que sufre, de todo el que llora, de todo el que se encuentra solo y desamparado en al mundo. La Virgen de los Dolores tiene virtud para alegrar los presidios y para consolar hasta y los que no creen en ningún consuelo...."


Las noticias que os hemos presentado son anteriores a la Guerra Civil, momento en el que la ermita fue arrasada. Tras la guerra, se han seguido celebrando fiestas a la Purísima y a San Roque.

Del interior de la ermita os hablaremos más adelante, pues merece un trasfondo para ella sola, ya que es una síntesis interesante de las devociones huertanas de esta zona.

Hablando de la Torre Poyo, queremos hablar de la Peña Huertana "L´Artesa". De hecho, esta entidad ha hecho que sea conocido este lugar de Aljucer por sus múltiples actuaciones por tantos y tantos sitios.

A modo de guiño a esta asociación aljucereña os dejamos un ejemplo de cómo ésta ha ido expandiendo el nombre de Torre Poyo por los lugares a los que ha asistido. En este caso, con motivo de la Semana de la Huerta de Los Alcázares de 1985:

Hoja del Lunes, 19 de agosto de 1985, página 30:

(Sobre la Semana de la Huerta en Los Alcázares)

"Historia de las peñas participantes

Seis son las peñas participantes en la edición de este año. Las líneas que signen a continuación pretenden ayudar a conocer un poco mejor estas entidades, ya tan arraigadas en la Región.
[...]
Peña huertana «L'Artesa»
La peña huertana «L'Artesa» se funda en el año 1980 en la pedanía murciana de Aljucer, más concretamente en Torre Poyo, y ya en 1981 participa por primera vez en la Semana de la Huerta de Los Alcázares.
En su seno se forma el grupo de coros y danzas «Virgen de los Peligros», el cual se compone de 8 parejas mixtas cuya edad media oscila entre los 17 y 18 años. La rondalla se compone de 10 instrumentos entre guitarras, bandurrias, laudes y pandereta, y en el coro intervienen 10 voces entre femeninas y masculinas.
Pertenece a la Federación de Peñas, desde su fundación y entre las actuaciones más relevantes de su curriculum figuran: Participación en el «Día de la Huerta» en la Feria Internacional de Turismo FITUR-84. Actuación en el Día de la Radio, organizado por Radio Nacional de España en 1984, así como en el programa de Televisión Española «Esta tierra». Además de innumerables actuaciones en toda la Región de Murcia, participando en diferentes localidades, así como en el «Bando de la Huerta», y todo tipo de fiestas y actos de exaltación huertana."


Esta vez, a través de esta pequeña ermita, queríamos haceros partícipes de cuánto podemos descubrir aún de aquello que nos rodea, partiendo de un edificio que es presencia real y simbólica de la historia que atesoramos.

Y este trasfondo no es más que un breve apunte.

Esperamos que os guste. 
Ginés Marín Iniesta

 
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